Juan “Maxi” Santos | Sec. Mov. Sociales JSU
El 4, 5 y 6 de mayo estuvo Juan Francisco Martínez Peria en Uruguay para presentar el libro Vida y lucha de los trabajadores negros, una antología de textos de George Padmore y llevar adelante un curso, auspiciado por la Asociación de Profesores de Historia, que llamó Historia del Caribe colonial y la Revolución haitiana.
Martínez Peria es Doctor en Historia por la Universidad española Pompeu Fabra, así como docente tanto en la UBA como en la UNSAM (Argentina). Ha publicado el libro ¡Libertad o muerte! Historia de la Revolución haitiana (2012) y editó e hizo un estudio preliminar de El sistema colonial develado (2018) del revolucionario haitiano Jean Louis Vastey. Es así que como muestra su obra que se enriquece con diversos artículos, el autor se centra en el estudio de la revolución haitiana, el pensamiento latinoamericano afrocaribeño y el proceso de liberación esclavista.
El 4 de mayo en la Fundación Vivian Trías se hicieron presentes en el panel para presentar el libro, Edgardo Ortuño, Beatriz Ramírez y el autor, que para quienes fuimos con curiosidad sobre el tema, llegamos más por el título que por el autor que editó Martínez Peria, cosa que generalmente pasa al revés con los autores clásicos del pensamiento latinoamericano blancos/criollos.
Allí el autor valoró la importancia de traer a los pensadores latinoamericanos para ver que ellos estaban analizando los procesos en clave universal y no solo nacional o regional como se los suele pensar, relegándolos en un segundo planto frente a los grandes autores generalmente europeos que siempre se los plantea como autores universales. También puso de relieve que George Padmore, nacido en Trinidad y Tobago, fue una persona destacada en la primera mitad del siglo XX, por ejemplo en la Tercera Internacional además de un pensador importante en cuanto al panafricanismo y el antiimperialismo.
Beatriz Ramírez señaló en la presentación que en los inicios de su militancia recibió “retazos” de los pensamientos de Padmore con los que se formó e identificó, teoría que ampliaba la formación marxista interseccionando clase y raza. Aún hoy es poco conocido en la sociedad y en la izquierda demostrándolo materialmente que esta sea la primera antología en español que nos trajo el historiador Juan Francisco a principios de mayo de 2023, incluyendo textos que no se habían traducido a nuestra lengua aún.
Los dos días siguientes a la presentación del libro, el historiador realizó un seminario en el Instituto de Profesores “Artigas”. En este sentido nos propuso un recorrido sumamente interesante acerca del lugar que ocupa el Caribe en la historia moderna así como la Revolución Haitiana para el mundo, pero para nuestra América en primer lugar.
El profesor Pablo Langone, docente que coordinó la llegada de Martínez Peria, ante la pregunta de por qué le parecía importante invitar a Juan Francisco a Uruguay, respondió que “La historia colonial del Caribe y la Revolución Haitiana son temáticas poco abordadas en nuestro ámbito; la perspectiva poscolonial es una herramienta de análisis potente, pues sugiere y permite una mirada alternativa a los procesos históricos latinoamericanos que habitualmente los explicamos desde su dependencia con el mundo europeo. Aquí hay una distorsión ideologizada de la historiografía, todavía muy potente por estos lados”.
Es así que estos dos días pusieron en cuestión el lugar de ciertos procesos en la historia que se enseña y aprende, así como el lugar que ocupan zonas de América Latina en nuestros estudios, siendo el Caribe un lugar lejano. Cuando el historiador señala que el “Caribe fue el corazón del mundo atlántico” destacando su relevancia en el proceso de conquista y colonización. Además de ser la zona de dos grandes revoluciones como lo fue la Revolución Haitiana y la Revolución Cubana aunque aparezca esporádicamente en las aulas y bibliotecas.
Luego de estas jornadas al preguntarle a Langone sobre qué nos deja como tareas para quienes estudian historia señaló que hay que “Seguir estudiando. Siempre. Animarnos a pensar una construcción historiográfica desde categorías propias, no por chovinismo ni nacionalismo rancio, sino a partir de intereses epistemológicos. Conocer mejor nuestra América desde categorías y temporalidades locales, reconocer esta tierra no como una unidad artificial, sino a partir de su rica diversidad étnico-racial, cultural. Esa empresa seguramente nos posibilitará proyectar un futuro más adecuado, justo y solidario. Acorde con un pasado complejo, rudo, lleno de duras derrotas pero también dulces proyectos colectivos.”
Nuestras historias y nuestros pensadores necesitan encontrarse y rescatarse a lo largo y ancho de nuestra América y ese es un proceso que se hace desde los pueblos, desde las universidades, los centros de estudios y los movimientos sociales para que algún día podamos lograr una integración para la liberación y no para la servidumbre.