Escribe Shanti Benvenuto
Mazazo: 2. m. Suceso, situación, etc., que causa fuerte impresión.
El 19 de noviembre de 2023, Argentina presenció un ballotage que marcó un cambio en el panorama político del país, moviéndose hacia la ultraderecha, aceptando por ejemplo, discursos que reivindican la dictadura.
En la historia reciente de Argentina, han surgido y perdurado cuatro bloques políticos que han tenido un impacto significativo en su política interna. En primer lugar, el Peronismo, corriente política que se originó con el líder Juan Domingo Perón y su esposa Evita Perón en la década de 1940. El peronismo se caracteriza por su énfasis en la justicia social, los derechos laborales y la protección de los trabajadores. En términos históricos el Peronismo se ha descrito como una «tercera posición», es decir, una visión alternativa a la bipolaridad política del siglo XX. Propugna la justicia social y la equidad, así como la intervención del Estado en la economía para proteger los derechos de las y los trabajadores y garantizar servicios básicos para la población. Asimismo, hay diversas concepciones a la interna del peronismo; esto se debe a su flexibilidad ideológica a lo largo de su historia. Ha tenido facciones y líderes que han abrazado diversas interpretaciones de la ideología peronista.
Por otro lado, encontramos al Radicalismo. La Unión Cívica Radical es uno de los partidos políticos más antiguos y tradicionales de Argentina. Se identifican a sí mismos con una ideología centrista, liberal y con tendencias progresistas A lo largo de su historia, han abogado por reformas políticas y sociales, incluyendo el voto secreto y obligatorio, y la lucha contra la corrupción. La Unión Cívica Radical gobernó Argentina en diez oportunidades. El radicalismo ha enfrentado desafíos y divisiones a lo largo de su historia. A pesar de sus principios democráticos y su contribución a la política argentina, el partido ha experimentado períodos de fragmentación y conflictos internos. Estos factores han influido en su capacidad para mantener una posición dominante en la escena política argentina.
En tercer lugar,se encuentra el Liberalismo yel Conservadurismo. Encarnado hoy en día principalmente en la figura de Milei. Este movimiento, aunque polémico y con matices ultraderechistas, tiene la capacidad de adaptarse a los ciclos económicos y contextos históricos. Voy a parafrasear una frase que mi abuela y compañera de militancia compartió en el año 2014, cuando las elecciones se disputaban entre Lacalle Pou y nuestro querido Tabaré Vázquez. “…los movimientos de derecha les toma tiempo arrancar, pero siempre están evaluando cuando es el mejor momento para comenzar a trabajar en su proyecto destructivo, como fuerza de izquierda nuestro trabajo es dar la batalla en el campo social y evitar que la ideología del egoísmo y la ley de la selva nos gane..:”.
Como cuarto bloque, podemos identificar a sectores como Propuesta Republicana, integrante -al menos hasta las pasadas elecciones- de la coalición de Juntos por el Cambio. En el espectro político -incluyendo a figuras como Mauricio Macri- este sector ha desempeñado un papel significativo. Su historia comenzó en la Ciudad de Buenos Aires, donde logró varias reelecciones con líderes de gobierno pertenecientes a los partidos radicales o del PRO. Esta propuesta, con raíces republicanas, ha buscado convertirse en la principal fuerza de oposición al peronismo en las últimas 4 elecciones presidenciales.
En este contexto, vemos que en las elecciones argentinas se midieron estos bloques y sus expresiones partidarias. Por un lado, un oficialismo debilitado, liderado por la figura política más destacada de Argentina, la ex presidenta y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Junto a ella el gobernador reelecto y defensor de políticas de bienestar social, Axel Kicillof, el ministro y referente de derechos humanos Wado de Pedro, el líder social y humanista Juan Grabois, la joven promesa y ya figura política Ofelia Fernández, y el actual ministro de economía y candidato presidencial, Sergio Tomás Massa.
Unión por la Patria llevó adelante una campaña electoral para sostenerse en el poder. En términos de narrativa parecía realmente difícil. Un 130% de inflación, una pobreza de más del 35%, con un presidente casi ausente quien tampoco le asigna la responsabilidad a la mayor exponente política del país. Entender el “fracaso” de UxP es comprender el contexto en el cual asumieron el poder, con Macri habiendo tomado una deuda impagable de 44 mil millones de dólares que se terminó traduciendo en la imposibilidad de poder manejar la crisis económica regional de la mejor forma posible. Críticas han sobrado pero debido a la historia inflacionaria de Argentina es imposible poder predecir cuál es el rumbo de la política cambiaria, Argentina sufre una economía bimonetaria donde ocupa el segundo lugar de país con más dólares por detrás de Estados Unidos.
Por otro lado, Juntos por el Cambio, antes Cambiemos -coalición probablemente disuelta-, en la cual sus dirigentes, Patricia Bullrich, Mauricio Macri, Horacio R. Larreta, Elisa Carrió, Martin Lousteau vienen sufriendo una crisis interna. Siendo los responsables intelectuales de la peor deuda de la historia Argentina, de haber empeñado el país con motivos políticos, de tener a uno de los presidentes más criticados de la historia y una gobernadora que termina fracasando en su mandato -Maria Eugenia Vidal-.
Otra fuerza fue La Libertad Avanza, liderada por Javier Milei, a la postre la fuerza vencedora. En su camino hacia las elecciones generales argentinas, Milei contó con un equipo político que incluyó a Victoria Villarruel como candidata a vicepresidenta. Villarruel ha generado controversia al reivindicar el papel de la dictadura en la historia argentina, también contó a Ramiro Marra como candidato a Jefe de Gobierno, quien ha brindado preocupación debido a su escaso conocimiento sobre las responsabilidades y dinámicas de la actividad pública.
Esta fuerza es parte de la ultraderecha internacional que se ha venido fortaleciendo los últimos años con personas como Bolsonaro, Giorgia Meloni y Trump. Entre otras figuras importantes que integran el espacio de Milei se encuentran Carolina Piparo, Diana Mondino, Marcela Pagano, Roque Fernandez, entre muchos otros funcionarios de gobiernos anteriores como los fueron los de Menem y De la Rúa.
Otra fuerza relevante de los pasados comicios fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad. Es una coalición minoritaria de izquierda política quienes no cuentan con un apoyo marcado en el voto. Ideológicamente son una fuerza respaldada por fuertes convicciones y teoría política. Su candidata a presidenta Myriam Bregman es de las mejores sintetizadoras del contexto político nacional. Sus debates con candidatos han sido tremendamente fructíferos en esclarecer cuestiones ideológicas para la población, demostrando una gran habilidad en la oratoria.
Por último, entre los sectores políticos con mayor relevancia que compitieron en las pasadas elecciones, se encuentra Hacemos por Nuestro País. Es un espacio con una visión peronista federal. Sus dirigentes, Schiaretti como ex candidato a presidente y Randazzo como ex candidato a vicepresidente generaron una fuerza que buscó descentralizar el debate que suele tener foco en CABA y la provincia de Buenos Aires.
En comparación a las elecciones PASO -cuyos resultados voy a adjuntar a continuación- en conjunto con la cantidad de votos, se vio un cambio discursivo de parte del oficialismo que los llevó a la derrota en este balotaje pero a la victoria en las Elecciones Generales.
Partidos políticos | Porcentaje PASO | Votos PASO | Porcentaje Elecciones Generales | Votos Elecciones Generales |
Unión por la Patria | 27,27% | 6.460.689 | 36,68% | 9.645.983 |
Juntos por el Cambio | 28,27% | 6.698.029 | 23,83% | 6.267.152 |
La Libertad Avanza | 30,04% | 7.116.352 | 29,98% | 7.884.336 |
Frente de Trabajadores de Izquierda | 2,65% | 628.893 | 2,70% | 709.932 |
Hacemos por nuestro país | 3,83% | 907.437 | 6,78% | 1.784.315 |
Partidos políticos | Porcentaje Balotaje | Votos Balotaje |
Unión por la Patria | 44,30% | 11.516.142 |
La Libertad Avanza | 55,69% | 14.476.462 |
En la tabla se destacan tres cuestiones fundamentales:
En primer lugar, la transformación electoral que fue sufriendo el país en las tres instancias; en principio, se consideró a las elecciones como de tercios, con las 3 fuerzas principales con porcentajes cercanos al 30%. Seguido a eso, hubo un cambio en las generales que elevó como ganador a Sergio Massa, propiciando algunos cambios discursivos en el seno de la libertad avanza, moderando los mismos para intentar atraer a los votantes más de derecha o centro-derecha.
Finalmente en el balotaje, impulsado por sus apoyos políticos, Javier Milei logró consagrarse como presidente con muchas instituciones pronunciándose en contra de su candidatura.
¿En dónde estuvieron los énfasis discursivos de estos espacios políticos?
La campaña de Unión Por la Patria se basó en promover una identidad argentina, fomentando el orgullo hacia la bandera y la identidad nacional, abogando por la unión política para abordar los desafíos del país. Si nos remitimos a los discursos de los actores políticos, podemos abordar distintas frases que demuestran un interés de gobernar el país no desde el odio sino desde el honor de hacerlo. Bajo el discurso de UxP no hay enemigos, sino adversarios políticos. Por ejemplo, en el discurso de Massa de reconocimiento de la derrota fue visible una búsqueda de consenso, “abrir una nueva etapa institucional en la política argentina”, “Quiero hablarle a aquellos que eligieron otra opción pensando en la necesidad de tener una argentina en paz, con orden, una argentina sobre la base de la construcción de valores democráticos, de respeto a las instituciones”.
Durante la campaña Sergio Massa fue objeto de críticas debido a su actual gestión en el Ministerio de Economía, tanto por parte de aliados como de opositores. El candidato del consenso y la unidad nacional se había aliado previamente con la centro-derecha. No obstante, su discurso y declaraciones como Ministro le ayudaron a forjar una imagen de gestión de crisis. Su labor en proyectos como el Gasoducto, la reducción del impuesto a las ganancias, su antigua gestión en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), su mandato como intendente de Tigre, la promoción de la matriz energética renovable y la gestión de YPF y Vaca Muerta contribuyeron a mejorar su perfil y respaldar una narrativa de gestión competente en tiempos difíciles.
Apoyado por Cristina Fernández de Kirchner, se erigió como el candidato del progresismo, capaz de ganar las internas sin atacar a su oponente. Además, demostró habilidades para negociar condiciones de gobernabilidad con fuerzas de oposición. Fue el único dispuesto a asumir la responsabilidad del Ministerio de Economía después de la mala gestión de Guzmán y lideró las negociaciones con el FMI para alcanzar acuerdos más alineados con una visión de progreso. Su capacidad de “logros político-económicos” le consolidó como el candidato encargado de gestionar la economía en tiempos de alta inflación.
Por otro lado, en el caso de la libertad avanza, se observó un enfoque discursivo profundamente opuesto. Sus discursos son agresivos y confrontativos, destinados a polarizar en los diferentes temas de debate político. Milei comenzó su carrera como panelista de televisión en programas mayormente opuestos al kirchnerismo, y desde entonces ha desarrollado un lenguaje técnico que refleja su ideología anarco-capitalista. Al igual que su candidato, LLA no tiene intenciones de respetar las ideologías de bienestar social. Han llevado a cabo una campaña en las redes y la televisión en la que etiquetan como «socialistas» y «zurdos empobrecedores» a cualquiera que no comparta su perspectiva. Desde su punto de vista, solo existe una interpretación válida: la teoría económica de la escuela austríaca.
“Dos tercios de los argentinos votaron por un cambio. Votó por una alternativa a este gobierno de delincuentes que quiere hipotecar nuestro futuro para permanecer en el poder». El problema de esta frase radica en que en el segundo debate presidencial le dijo a la candidata de Juntos por el cambio asesina, “Vos también tenés gente dentro de tus listas que vienen de otros lados. Vos podés lavar tu pasado como montonera asesina. Pero nosotros, que solo gritamos y decimos cosas, no podemos cambiar. No podemos tomar a otra gente».
Milei acusa de Casta política a todo aquel que no pertenezca a su partido o quiera negociar con él, habla de casta pero tiene a muchos de los encargados de las épocas más oscuras de la historia Argentina. Sus discursos son ambiguos y se moldean a las necesidades que tenga, de acusar a Macri -un liberal declarado- de socialista y fascista a decir que son buenos amigos. De decirle a Patricia Bullrich “montonera tirabombas” a quererla como Ministra de Seguridad de su posible gobierno. Pasar de acusar a Juntos por el Cambio de casta política a pedirles sus votos para ganar. El problema de Milei yace en su verborragia, habla más de lo necesario, pretende ser un outsider y “lo nuevo” pero como diría Myriam Bregman “Son la vieja derecha, pero sólo un poco despeinada”. Milei no tiene un discurso nuevo, en general termina contradiciendo sus afirmaciones a los días o meses.
Finalmente, en lo que respecta a Juntos por el cambio, su estrategia discursiva se basó en ataques constantes al kirchnerismo. Su narrativa se centra en la idea de que, entre un gobierno marcado por el fracaso y un espacio con una imagen de cambio y ajustes para reducir el gasto público, la población optaría por el equipo y la maquinaria política construida a lo largo de 20 años. Este equipo político está compuesto principalmente por economistas y gobernadores dispuestos a respaldar políticas de un movimiento político que ha ejercido un papel de oposición durante muchos años. Esta fuerza basada en el republicanismo tradicional pretendía ser el discurso del ajuste y la “eliminación” del fenómeno inflacionario, con una estrategia polarizada y extremista pretendían ser lo opuesto al peronismo, un espacio de derecha que fuera capaz de presentarse como lo viable para una sociedad cansada.
Precisamente, fue este discurso lo que contribuyó a su decadencia, ya que al surgir otra fuerza aún más a la derecha y partidaria del ajuste fiscal, quedaron atrapados en una incómoda posición intermedia, situados en el centro del espectro político. Su incapacidad para representar de manera más efectiva una fuerza política opositora y eficaz resaltó una falta de gestión en su imagen pública. Esto los llevó a reconocer la necesidad de trabajar de manera más efectiva en la narrativa de sus políticas y su posición en el espectro político. Aspecto que no lograron.
En cuanto a las figuras públicas, tampoco resultaron beneficiados, ya que, ya fuera por Bullrich, Larreta, María Eugenia Vidal, Carlos Melconian, Pichetto o Jorge Macri, se produjeron discrepancias que impidieron que la fuerza política pudiera establecer un discurso claro en relación con sus propuestas.
Conclusiones
En el balotaje resultó vencedor Milei por amplia mayoría. Ganó democráticamente, fue el candidato más votado en dos instancias electorales. Su victoria en las urnas es innegable.
Unión Por la Patria y sus aliados estratégicos no lograron convencer a la población de un proyecto de Unidad Nacional y democracia. ¿Pero cómo hacerlo? La población Argentina descree de la política. La sociedad se canso de medias tintas y fracasos políticos.
De esta derrota electoral me surgen varias preguntas:
¿Qué papel ocupa Mauricio Macri en este gobierno anarcocapitalista? ¿Será el titiritero del gobierno de Javier Milei? ¿Qué futuro le depara a Argentina de la mano de este gobierno? ¿La sociedad irá a responder como en el 2001? ¿Cuál es el papel de Victoria Villarruel en este gobierno? ¿La historia de justicia social quedará borrada por este personaje siniestro? ¿Quiénes serán las figuras políticas que se opongan y surjan como alternativas a este gobierno de Milei?
Sean cuales sean las respuestas algo puedo afirmar; la victoria de Milei constituye una tendencia global hacia la ultraderecha. Tendencia que solo se puede combatir con la unidad de la izquierda y con consensos políticos que lleven a transformar profundamente la sociedad logrando constituir un cambio socio-cultural que emancipe definitivamente a las clases y colectivos oprimidos.