Escribe Nicolás Wirgman | Secretario de Relaciones Internacionales de la JSU
El pasado domingo 29 de octubre, Colombia fue testigo de un proceso electoral significativo: las Elecciones Territoriales. Durante esta jornada, se eligieron las jefaturas de las gobernaciones de los 32 departamentos, así como las diputaciones de las Asambleas Departamentales, las alcaldías de los 1.102 municipios, y se renovaron los cargos de concejalas y concejales municipales, junto con las edilas y ediles de las Juntas Administradoras Locales.
Participaron en estos comicios unos 35 partidos y agrupaciones políticas, destacándose un numeroso y diverso bloque de partidos tradicionales, entre los que se incluyen los partidos Liberal, Conservador, Centro Democrático, La U y Cambio Radical. Además, de la coalición del actual gobierno nacional, Pacto Histórico, conformada por Colombia Humana, Polo Democrático, MAIS, Unión Patriótica, ADA, AICO, Comunes, Partido Comunista, Soy porque Somos y Partido de los Trabajadores.
Un primer punto a destacar sobre los resultados electorales es el bajo desempeño del Pacto Histórico, ya que no logró prevalecer en ninguna de las principales ciudades, a excepción de las gobernaciones de Nariño, donde Luis Alfonso Escobar resultó vencedor, y Magdalena, con Rafael Alejandro Martínez como próximo gobernador. Además, no logró alcanzar la mayoría en ninguna de las Asambleas Departamentales, a pesar de que en las elecciones generales de 2022, en las que esta coalición fue la plataforma del histórico triunfo de Gustavo Petro como el primer presidente de izquierda en Colombia, el Pacto Histórico emergió como la fuerza mayoritaria en el congreso nacional.
El escenario resultante nos presenta una realidad en la que las candidaturas provenientes de los círculos más tradicionales de la política fueron las grandes ganadoras. Con el paradigmático ejemplo de la victoria en Bogotá de Carlos Fernando Galán del Nuevo Liberalismo, y la sorprendente segunda posición de Juan Daniel Oviedo, candidato independiente, por encima de Gustavo Bolívar, candidato del Pacto Histórico, quien obtuvo un incómodo tercer lugar en la ciudad más significativa en términos electorales, la misma ciudad en la que Gustavo Petro fue alcalde años atrás.
Este contraste con respecto a las elecciones territoriales de 2019, en las que las candidaturas alejadas de los partidos tradicionales obtuvieron victorias destacadas en las principales ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena, refleja un cambio en el panorama político. En ese momento, la mayoría de los partidos tradicionales optaron por no presentar candidaturas propias, en un contexto de descreimiento hacia sus estructuras políticas.
A pesar de que las principales ciudades ahora estarán bajo el gobierno de la oposición del Pacto Histórico, son liderazgos muy heterogéneos. La característica común entre ellos no es de índole ideológica, sino la praxis utilitarista de la política y su fuerte vinculación con las empresas. Es fundamental destacar que estas figuras no llegan a configurar un fenómeno coordinado que tenga posibilidades reales de disputar al proyecto oficialista.
En el actual escenario, recae en manos del Presidente Petro la tarea de amortiguar el impacto de estos resultados en la política nacional. Debe buscar las vías para establecer alianzas con los poderes locales con el fin de coordinar proyectos y administrar recursos de manera eficiente, en pos de garantizar las transformaciones impulsadas y la mejor gobernabilidad posible durante el resto de su mandato. Sin lugar a dudas, este nuevo panorama subraya la urgente necesidad de consolidar de una vez el Pacto Histórico como una coalición nacional más sólida y eficaz.
En este contexto, la responsabilidad recae en el Presidente Petro para atenuar el impacto de estos resultados en la política nacional. Debe buscar alianzas con las autoridades locales con el fin de coordinar proyectos y administrar recursos de manera eficiente, con el objetivo de asegurar las transformaciones impulsadas y garantizar la mejor gobernabilidad posible durante el resto de su mandato. Sin lugar a dudas, esta situación destaca la urgente necesidad de consolidar al Pacto Histórico como una coalición nacional más sólida y eficaz de lo que viene siendo, lo que permitirá mantener su posición como plataforma progresista desde la cual continuar transformando Colombia.
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Datos oficiales:
https://www.cne.gov.co/elecciones/elecciones-2023