Federico Pérez Céspedes – Secretario de Comunicación PS
El domingo 5 de febrero una hermosa tarde de verano recibió a miles de frenteamplistas en Parque del Plata. El acto central de festejo de los 52 años de la fuerza política más importante del país -uno más de los actos en las diferentes departamentales del territorio- ocasionaba la atención de multitudes. Desde las 16 horas, grupos de militantes, adherentes y simpatizantes con banderas uruguayas, del Frente Amplio y los diferentes sectores, fueron colmando la rambla sobre el arroyo Solís Chico. En la medida que avanzaron los diferentes actos musicales, la cantidad de gente fue aumentando progresivamente hasta que la llegada del banderazo terminó de llenar el espacio frente al escenario.
Desde el comienzo de la jornada, los recién llegados fueron construyendo un ambiente de alegría y optimismo que tuvo su clímax en el momento de los discursos. En primer lugar, habló Sofía de Melo por Jóvenes FA, luego Susana Muñiz, presidenta de la Departamental de Canelones y Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio.
El discurso de Sofía de Melo estuvo centrado en el rol clave de la juventud a la hora de militar los territorios. Asimismo, en que las y los jóvenes tienen un rol transformador a la interna de la fuerza política, debiendo entrelazar la nueva agenda programática con las reivindicaciones históricas del Frente Amplio. Por su parte, Susana Muñiz enfatizó en la caracterización del gobierno en tanto conservador y aporofóbico. En simultáneo, hizo un fuerte hincapié en el territorio de Canelones donde se desempeña como Edila. En última instancia, Fernando Pereira realizó un extenso discurso abordando multiplicidad de temas. Entre ellos, la confirmación de la reciente apertura de cincuenta nuevos Comité de Base -que serán quinientos a fin de año según indica Organización del Frente Amplio-, los logros y aciertos de los quince años de gobierno, el respeto institucional del Frente Amplio, el rol de ser oposición y diferentes caracterizaciones del Gobierno, entre otros. Luego de la parte oratoria, la jornada se cerró con la actuación de Alejandro Balbis y Rolado Paz.
Más allá del plano festivo y convocante del acto ¿en qué momento se encuentra el Frente Amplio? y principalmente ¿Hacia dónde va?
La coyuntura actual nos ubica transitando un Gobierno altamente regresivo, conservador y concentrador. Las históricas clases dominantes de Uruguay se coalicionaron para gobernar de cara al 1 % más favorecido de nuestra población y de espaldas a las grandes mayorías. En este contexto, el Frente Amplio se encuentra en una situación inmejorable para erigirse como el proyecto alternativo y transformador que beneficie a estas mayorías, la pregunta es ¿cómo puede el Frente Amplio constituirse como opción nítida de las clases populares?
Desde el rol de oposición que viene desarrollando es posible delimitar con más firmeza y claridad las diferencias que nos separan del proyecto político-económico de las clases dominantes. La oposición es responsable siempre que sea capaz de construir y describir un modelo de país que sea radicalmente diferente a los intereses de las minorías conservadoras. Para lograr perfilarse como oposición propositiva sólida, es vital que las propuestas sean construidas colectivamente en contacto con la realidad cotidiana de cada uno de los territorios de nuestro país. Esto no sólo facilita la construcción multiperspectiva y la identificación con el proyecto, sino que, simultáneamente, facilita la tarea comunicativa teniendo presentes las peculiaridades que posee cada territorialidad para construir comunicación. Al extender las redes de discusión-participación-comunicación con un mensaje claro, radical y contundente se simplifica la constitución del Frente Amplio como la única opción real para trabajadoras, trabajadores y minorías históricamente silenciadas.
Desde otra perspectiva, como bien dijo Fernando Pereira en una parte de su discurso “El Frente Amplio no se construyó como un Partido para competir en las elecciones, el Frente Amplio se construyó como un proyecto alternativo a las derechas conservadoras”. Siendo un proyecto alternativo construido continuamente en colectivo y en la praxis, el Frente Amplio se aleja de su rumbo optando por cálculos electoralistas fríos y apriorísticos. Por el contrario, siendo realmente representativo de los colectivos sociales que pretende representar y siendo contundente en la defensa de los derechos de estos colectivos, el Frente Amplio se erige como opción para las mayorías uruguayas.
La contundencia en la oposición muchas veces significa movilizarse, manifestarse. Si la pérdida de derechos no nos moviliza ¿qué nos moviliza entonces? Teniendo en cuenta lo anterior, en un contexto en el cual una a una de nuestras victorias en los quince años de gobierno se diluyen ante el embate regresivo de la derecha conservadora ¿cómo reaccionamos? ¿pasividad? ¿paciencia? ¿o siendo claros y enfáticos en nuestro discurso, tomando las decisiones que la normativa vigente nos faculte tomar?
Según el artículo 38 de nuestra Carta Magna “Queda garantido el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no podrá ser desconocido por ninguna autoridad de la República sino en virtud de una ley, y solamente en cuanto se oponga a la salud, la seguridad y el orden públicos”. Asimismo, en el plano internacional también se salvaguardan los derechos de expresión, manifestación y huelga en los diferentes sistemas internacionales o regionales de Derechos Humanos. Es claro que manifestarse y defender los derechos de los colectivos que representamos dentro de los límites normativos no significa ningún impedimento al normal funcionamiento de la democracia. Las rupturas o alteraciones institucionales generalmente parten desde el status quo, como podemos ver en la actualidad en la trama de mafia y corrupción del caso Astesiano.
Por otro lado, y más allá de dilucidar la necesidad del bloque popular de manifestarse y construir en la comunicación en la acción, y cómo ello de ningún modo reviste un ataque a la democracia -por el contrario, la profundiza-, es útil realizar una aclaración más. El estatus quo es el orden establecido y la izquierda busca transformar ese orden. Por ende, para cambiar el orden es imposible tomar las acciones del mismo orden. La izquierda tiene que ser creativa, innovadora y osada sino el mismo orden la fagocita y la reproduce como una parte más integrante del orden.
A 52 años de su fundación el Frente Amplio sigue siendo el camino para la transformación radical del Uruguay. Es el camino desde 1971 y lo sigue siendo hoy. Es fundamental ganar las elecciones en 2024 -no admite la menor duda-, pero también es crucial construir diversas tramas de cambios profundos que sean capaces de poner en el centro la vida digna de las excluidas y los excluidos, las explotadas y los explotados. Sin representación no hay cambios, sin cambios continúa el orden preexistente. Ese orden es el que beneficia a las minorías dominantes.