Escribe: Shanti Benvenuto | CS Paso de los Toros
Paso de los Toros es la segunda ciudad más poblada del departamento de Tacuarembó y en los últimos años junto con su ciudad vecina de Centenario ha servido de localidad para los trabajadores de UPM2. Con el aumento poblacional en ambas ciudades, comenzaron a emerger problemáticas de índole social que sumadas a la burbuja económica debido a la cantidad de puestos laborales disponibles y la pandemia del año 2020 desembocó en lo que a día de hoy termina siendo un aumento en la violencia de género.
En el año 2022 en las ciudades anteriormente nombradas comenzaron a hacerse notorios públicamente casos de trata sexual, violencia hacia trabajadoras sexuales, violencia doméstica y aumentos en las denuncias tanto telefónicas como presenciales.
Algunas de estas denuncias vienen desde los años 2020 y 2021. Con motivo de la pandemia las víctimas se encontraban encerradas gran parte del día con sus agresores. Al respecto, ha habido estudios de parte de sociólogos que demuestran que cuando hay casos de agresiones las mismas pueden verse agravadas gradualmente por el encierro, esto mismo lleva a que si bien a día de hoy la pandemia no tenga la misma incidencia en los casos de violencia de género que años atrás, si actúa como un factor importante para explicar el aumento de los casos en la región.
Sumado a lo anterior, es relevante considerar la repercusión emocional y conductual que se termina gestando en las y los menores de edad presentes en estos episodios de violencia. Un ejemplo claro son tres denuncias hechas por mujeres asesoradas por asistentes sociales en un CAIF de Paso de los Toros, donde las mismas sufrían abusos emocionales, psicológicos y físicos casi a diario y las niñas y los niños al vivir en entornos violentos comenzaban a tener actitudes o lenguajes violentos no esperables, ni aceptables a los 3 o 4 años de edad.
Finalmente, el equipo social del centro educativo termina intentando ayudar en este tipo de casos a la víctima pero aún así hay mujeres que terminan desistiendo a denunciar tanto por miedo como por no sentirse amparadas y protegidas por la justicia. Las mismas tienen miedo de seguir sufriendo violencia física o ser asesinadas y al carecer de ingresos estables sufren también la denominada violencia financiera.
Uno de los casos que tuvo más repercusión en la prensa escrita fue el de la imputación al dueño de una whiskería ubicada en la ciudad de Centenario. La acusación fue por trata sexual sobre 17 víctimas mayores de edad y actualmente está en investigación la gravedad y profundidad que abarca el caso. Cuando UPM 2 llegó a ambas ciudades, se dio un cambio radical en la economía produciéndose la ya mencionada burbuja económica, mediante la cual los efectos económicos adversos de la pandemia no se sintieron tanto a diferencia de lo que se vivía en el resto del el país debido a los sueldos ofrecidos para trabajar tanto para empresas de UPM como para empresas tercerizadas.
Empero, no es posible ocultar una realidad ineludible: la bonanza económica y el aumento de la población masculina incidió en el aumento de la cantidad de casos de violencia hacia trabajadoras sexuales, teniendo como una de sus principales causas la instalación de mayor cantidad de whiskerías. Al mismo tiempo, esto llevó a un aumento de los femicidios, denuncias por violencia doméstica y abuso sexual. Es de público conocimiento que una parte de las trabajadoras sexuales sufren violencia ejercida por las propias personas que contratan sus servicios. Uno de estos casos fue visto en la ciudad de Paso de los Toros donde la mañana del 4 de Diciembre de 2022 una taxista al buscar a una trabajadora sexual que se encontraba en uno de los predios habitacionales de UPM 2, la encontró golpeada, habiendo sufrido abusos físicos de un trabajador de origen polaco que había contratado sus servicios. La taxista al ser entrevistada declaró que hay un gran miedo de parte de las mujeres en denunciar estos abusos, ya que según ella, los policías a cargo de tomar las mismas convencen en desistir o maltratan a las víctimas. Esta problemática fue el desencadenante para que integrantes del Colectivo Feminista de la Región Centro-Sur hayan comenzado a investigar los casos denunciados en la prensa además de buscar casos no denunciados, y hablar con las víctimas para ahondar en el tema y llegar a una conclusión. Las investigaciones del colectivo sobre casos de abuso sexual a menores, violaciones y trata sexual vienen desde el año 2010 donde trabajando junto al INAU y el CEPRODE se denunciaron varios casos de abuso sexual a menores de 12 años y violencia sistemática hacia trabajadoras sexuales en situación de calle, desde ese momento el Colectivo Feminista de la Región Centro-Sur en conjunto con otras personalidades se comprometieron a hacer talleres de formación y estar atentas/os a las problemáticas que se fueran presentando.
Por otro lado, en el año 2021 hubo una denuncia de una violación en grupo hacia una menor de edad drogada donde trabajadores de UPM 2 fueron los apuntados, esto mismo llevo a continuar investigando y a día de hoy se sigue trabajando para llegar al fondo de la trama de trata sexual que sigue siendo investigada, donde la whiskería fue cerrada después del allanamiento y actualmente vuelve a estar en funcionamiento aunque su dueño se encuentra detenido esperando el juicio. En el mismo 2021, se detectaron un aproximado de 494 casos de abuso sexual a menores a nivel nacional.
Desde el año 2010 las ciudades hermanas de Centenario y Paso de los Toros cuentan con asistentes sociales, psicólogas y psicólogos que trabajan y otorgan su mirada sobre el tema. Asimismo, periodistas intentando visibilizar la problemática de ciudades que todos los meses tienen un caso de violencia sexual y donde los centros clandestinos o legales donde trabajadoras sexuales desempeñan su trabajo se encuentran constantemente en investigación. Sin embargo, dirigentes sociales en su labor de ayudar a los habitantes intentando llegar al fondo de las investigaciones se encuentran con trabas. En algunos casos, ubican supuestos agresores nuevamente con las víctimas, en otros, recintos en investigación vuelven a estar en funcionamiento o algunas empresas reintegran varones indagados por abuso sexual.
Hoy más que nunca las ciudadanas y los ciudadanos de Durazno y Tacuarembó necesitan saber qué es lo que está pasando, muchas víctimas necesitan justicia, no podemos permitir que la misma sea algo trivial. Especialmente, Paso de los Toros y Centenario necesitan justicia, necesitan que el estado se haga cargo, que haya protección hacia las mujeres que viven situaciones de vulnerabilidad.
Las mujeres de la zona centro del país cada día se sienten menos protegidas y más desamparadas ante la violencia de género.