Escribe Arlequín
“Este mundo te dirá que siempre, que es mejor mirar a la pared” dice Charly García en una de sus canciones. Dice y seguirá diciendo porque el sistema está cada vez más fuerte. Este gobierno conservador que busca en argumentos pretendidamente progresistas justificar sus embates, deja (aún más) en evidencia su intención de apaciguar las voces y acciones críticas que pretenden interpelar y desnudar sus carencias en el ejercicio de una autoridad democráticamente sana, responsable y con capacidad de liderar.
Autoridad sin liderazgo y medios de comunicación que sustentan estas lógicas, han sido los dos frentes más importantes con los que han tenido que lidiar las y los estudiantes del IAVA, quienes democráticamente se han expresado, con la valentía y el desparpajo juvenil que tanto al conjunto de la sociedad como a nuestro sistema de educación pública, debería hacernos sentir orgullosos y orgullosas.
Jóvenes en el centro de un reclamo legítimo, con docentes y familias que acompañan y un director que respalda. Comunidad educativa comprometida e implicada en la realidad cotidiana del centro y de su entorno, que entiende que no todo es procedimiento, ni resoluciones vetustas. Comunidad que sí sabe construir poder desde la legitimidad. Una vez más el entramado que teje la gente hace pedagogía mientras las autoridades que deberían promover procesos educativos se reafirman en la imposición.
Basta mirar las noticias, por ejemplo en el hecho de que estaba previsto reiniciar las clases del centro el jueves 20 de abril, pero como el gremio decidió ocupar nuevamente, las autoridades, que insistían con la urgencia de que el centro volviera a funcionar, resolvieron cerrarlo para desarticular la medida, reforzando la idea de ejercer la autoridad con mano dura y sin posibilidad de diálogo.
Basta mirar las declaraciones del Presidente de la República, quien sobre el tema se expresó, entre otras cosas, diciendo que la rebeldía tiene un freno. El freno parece ser el del sistema que una vez más te pide que mires para la pared.
En este tipo de situaciones quedan evidenciadas las contradicciones de los actores de este gobierno. Por ejemplo, se embanderan con conceptos como la descentralización, asegurando que buscan dar más poder de decisión a los centros educativos y por otro lado acusan de insubordinación a un director de centro porque presenta reparos ante una decisión verticalista, con carácter innegociable y urgente, de quienes no conocen la realidad de la comunidad educativa ni vivirán los efectos de esa decisión.
Debemos estar atentos y atentas a estas señales. Ser capaces de leerlas en clave histórica, apelando a la memoria y comprendiendo el momento actual, porque sostienen las mismas ideas, pero reinventan los métodos. Sepan que no podrán nunca parar a aquellos/as que movidos/as por la justicia social y por la construcción colectiva, eligen día a día mirar de frente la realidad.