Escribe: Comisión Nacional de Género, Diversidades y Disidencias
La noche del 28 de junio de 1969, a fines de una década marcada por la represión y persecución que sufrían las minorías y disidencias sexuales, tiene lugar el incidente que marca este mes como el de orgullo LGBTIQ+
Es en Stonewell, un baile clandestino de Manhattan dónde una redada policial irrumpe como era costumbre hacerlo, agrediendo y reprimiendo con violencia a todos los presentes esa noche.
En medio de ese incidente era detenida Marsha P. Johnson, una mujer activista trans afroamericana cofundadora de STAR (Revolucionarias activistas travestidas callejeras) un colectivo que durante la década de 1980 se encargaba de ayudar a las trans, drags y jóvenes que vivían en la calle.
Durante el intento de llevarla al vehículo policial Marsha arenga a los demás presentes a que hagan algo ante semejante brutalidad, la policía queda así bajo una lluvia de piedras. Recién tres horas después de los incidentes deciden finalmente retroceder.
Esta situación genera la necesidad de organizar a la comunidad y en conjunto deciden movilizarse al año de los incidentes, dándose en 1970 las primeras marchas del orgullo en reclamo por los derechos del colectivos LGBTIQ+.
A partir de allí la práctica fue replicada en todo el mundo y es el 28 de junio de 1992 que se realiza la primera concentración en la plaza Libertad. El próximo año fue autorizada la primera marcha desde el Obelisco hasta la explanada de la UdelaR a la que asistieron apenas unas veinte personas.
A pesar de estar en Democracia la marcha iba por las veredas, quien se animara a hacerlo por la calle corría riesgos, por ejemplo de ser fotografiado y que llegara a la familia (En esos años el pertenecer al Colectivo no era bien visto), ser detenido y fichado como pederasta pasivo o pederasta activo.
En 1997 la Junta Departamental instaló la primera Semana de la Diversidad que incluía no solamente al colectivo LGBTIQ+ sino a otras minorías que buscaban plantear sus realidades.
Desde esa primera y el con el correr de los años la marcha de la Diversidad ha sido cada vez más multitudinaria. Afortunadamente se replica por todo el interior donde cada setiembre tienen lugar diferentes actividades, concentraciones y marchas.
Es indispensable que llegue información a cada rincón de nuestro país, que cada integrante de cualquier minoría sepa de sus derechos.
En 2005 Ovejas Negras reconoció a nuestra JSU como una organización juvenil que lucha por los derechos de la población de las minorías.
La actualidad de nuestro país coloca por momentos al colectivo LGBTIQ+ bajo la lupa, tratando de vincular las diferentes preferencias sexuales con delitos muy graves como la pedofilia. Relacionarlo es claramente estigmatizar a la comunidad.
Por eso es que en un nuevo mes del Orgullo volvemos a exigir una vida digna dónde se erradique cualquier tipo de violencia intrafamiliar en las infancias y adolescencias LGBTIQ+.
El cumplimiento total de Ley Trans aprobada en 2018.
Que haya justicia con las mujeres trans asesinadas y violentadas.