Escribe Nicolás Wirgman | Sec. Relaciones Internacionales JSU
El pasado domingo 30 de abril se llevaron a cabo las Elecciones Generales en Paraguay, un evento que captó la atención de la comunidad internacional en el hermano país. Durante esta jornada, una delegación de la Juventud Socialista del Uruguay estuvo presente como invitada especial de la Misión de Observación Electoral de la Justicia Electoral. Siendo la segunda instancia de estas características desde el inicio de la actual Dirección, tras las Elecciones Generales de Brasil 2022.
El resultado es conocido: la fórmula conservadora encabezada por Santiago Peña y Pedro Alliana, representantes del ANR-Partido Colorado (ANR-PC), obtuvo la victoria con el 43% de los votos. Esto significa que el ANR-PC, que ha estado en el poder durante 70 años, con una breve interrupción en el periodo 2008-2012 durante la presidencia de Fernando Lugo, mantiene su hegemonía en el país.
En segundo lugar, con el 27% de los votos, quedó la fórmula de Efraín Alegre y Soledad Núñez, representantes de Concertación Nacional, una coalición de centro liderada por el Partido Liberal de Efraín, que incluía a parte de la izquierda paraguaya. En tercer lugar, con el 22% de los votos, se posicionó Cruzada Nacional, un partido de derecha populista de tendencia antisistémica, con la polémica figura de Paraguayo Cubas a la cabeza, quien actualmente se encuentra encarcelado de manera preventiva bajo los cargos de “perturbación de la paz pública, amenaza de hechos punibles, tentativa de impedimento de las elecciones, tentativa de coacción a órganos constitucionales y resistencia”.
Estas elecciones representaron un duro golpe para la izquierda paraguaya que perdió significativamente su representación parlamentaria pasando de 7 senadores a tan solo una: Esperanza Martinez, quien reafirma su liderazgo habiendo logrado más votos que Fernando Lugo, el cual quedó fuera del Senado. La otra representación parlamentaria obtenida fue la de Johanna Ortega de País Solidario por Asunción para la Cámara de Diputados, convirtiéndose en la política de izquierda más votada en estas elecciones.
Este panorama entre otros factores responde a que la izquierda se presentó dividida, resultado del paulatino deterioro de la coalición Frente Guasu que comenzó en las Elecciones Municipales de 2021, la primera instancia del nuevo sistema de votación con listas desbloqueadas, que supuso grandes cambios en la lógica electoral y significó la erosión de las bases del anteriormente exitoso frente progresista liderado por Lugo, que llegó a estar consolidado como tercera fuerza detrás de los partidos tradicionales durante los últimos dos períodos.
El intento de aglutinar a la oposición para finalizar con la hegemonía colorada se concretó a medias con la creación de la Concertación Nacional impulsada por el Partido Liberal de Efraín Alegre, pero la cual fracasó en contener a todo el espectro opositor. A pesar de los intentos iniciales de Lugo para unir a la oposición, debido a su forzoso retiro de la vida política a causa de haber sufrido un accidente cerebrovascular durante setiembre 2022, la interna del Frente Guasu se fragmentó resultando en la decisión de mantener el Frente como alianza electoral para el Senado pero dividiéndose en los apoyos a la fórmula presidencial, mientras que una disidencia apoyó a la candidatura de Euclides Acevedo (Ex Ministro del Interior del actual gobierno de Mario Abdo), el bloque mayoritario definió sumar fuerzas en la Concertación con esperanzas de lograr un frente más amplio para vencer a la maquinaria cartista del Partido Colorado.
En este nuevo periodo, el desafío central para la izquierda paraguaya será resistir junto a los movimientos sociales los avances de la derecha cartista, pero por sobre todo ampliar las bases en los ámbitos urbanos y rurales, fortalecer las figuras emergentes y utilizar esta experiencia para tener mayor claridad sobre las nuevas dinámicas electorales, analizar los factores que llevaron a concretar experiencias exitosas de unidad en otros países de la región, y lograr sintetizar en la diversidad nuevas estrategias conjuntas que orienten los caminos a seguir por el progresismo paraguayo.